SI TODOS SOMOS ESPECIALES... ENTONCES NADIE LO ES!

Tengo la teoría de que somos un conjunto de características peculiares que nos hacen quienes somos. El truco está en saber identificar estas peculiaridades y lidiar con ellas.

Yo, por ejemplo, soy una loca-calata-recoge-bolsas-tira-piedras-come-basura. Cada día que pasa, en el aburrimiento del desempleo y de mi nuevo estatus de egresada, me echo en mi cama a escuchar música, ver tele o lo que sea, para simplemente relojear y ver pasar las horas, los días, las semanas, tratando de descifrar cal será el siguietne paso en mi vida... y pues, termino atrapada entre el vaciío mental y el huayco de ideas incoherentes para tratar de salir de esta crisis de la temprana edad.

Una de ellas es ser dama de compañía. No. No una mujer que lucre a partir de sus servicios sexuales, sino una honesta joven, dispuesta a escoltar en ocasiones sociales a quien lo requiera, si involucrar ningún tipo de favor adicional. Hasta ahora, nadie entiende este concepto y siguen escandalizándose con mi planteamiento, por lo que he optado por abandonar momentáneamente el proyecto... aunque de hecho, ya tengo un mercado prometido por algunos amugos, en caso desee inyectarle un giro más picante a este asunto de la dama de compañía.

Esta es, mi peculiaridad identificada número 1. Hablo webadas. A veces son tan seguidas y tan consistentes, que la gente no puede reconocer cuando bromeo. A veces ni yo misma puedo.

Una vez, en la universidad, esperando que iniciara la clase, me dirigí a una compañera que recién conocía y, viendo que el profesor llevaba varios minutos de retraso, comenté inocentemente que tal vez estábamos de suerte y se había rodado las escaleras, que no tendríamos clases y podríamos irnos a casa. Me sentí un poco frustrada cuando no se rió de mi comentario y entendí todo cuando me dijo: Espero que no... porque es mi tío

Peculiaridad identificada número 2: Tengo problemas de comentarios inoportunos. Y lo que es peor, ese día, en ese salón de clases, no se acercan ni un poco a lo que es la máxima expresión de mi problema...podría nombrar mil situaciones mil veces peores... pero de sólo recordarlo, comienzo a hiperventilar.

Peculiaridad número 3??... Esta da un poco de miedo...pero debo confesar que a veces... hablo sola... aunque no realmente; porque me imagino hablando con otras personas, diciéndoles cosas que en la vida real no puedo decirles o no quiero decirles... si, yo sé... loca-calata...

Lo cierto es, que mientras escribo este post, echada en mi cama, intentando descubrir cuales de mis rarezas me han definido mejor en estos tiempos, me detuve a mirar a mi alrededor y todo se hace muy claro... veo a Leonardo (mi almohada peluche de león), a Malú (mi almohada de chanchita), a María C. (para los que la recuerdan, mi fiel mantita compañera de viajes), mi boxer de Bob Esponja, mis uñas color Barney, mi colección de peluchitos en la repisa del costado... y me doy cuenta de que no son recuerdos de mi infancia atesorados en el tiempo... son adquisiciones y regalos del presente que describen como nadie mi peculiaridad número cuatro y probablemente, la principal característica de mi YO.

Todo parece indicar, que mi más grande rareza es una especie de desorden psicológico. Los síntomas? Miedo a crecer, a madurar, manifestados a través de todo lo mencionado anteriormente. Al mismo estilo de Dr. House, no me queda más que decir que - Peter Pan Sindrome just FITS -.

Estoy segura de que esto es sólo la punta del iceberg, pero por algo hay que empezar. Ésta no ha sido una introspección concienzuda sino sólo un esbozo de lo que pretendo sea mi intento de reconocer quien soy y sobre todo, de reime, porque aceptémoslo... estoy un poco bien cagada!! :D